Hinchazón de los senos durante el embarazo

La hinchazón de las glándulas mamarias durante el embarazo es un fenómeno frecuente, pero bastante natural. El hecho es que durante el parto, las glándulas mamarias de una mujer se están preparando para alimentar al bebé, por lo que algunos cambios no deberían molestarle. La primera manifestación de los cambios que se avecinan es el aumento y la hinchazón de los senos poco después de la concepción. El pecho durante este período es especialmente sensible, hay un ligero dolor y aumenta significativamente o adquiere un contorno claro.

La hinchazón de los senos es causada por las hormonas sexuales femeninas estrógeno y progesterona. Bajo la influencia de las hormonas, el seno femenino durante el embarazo no solo crece, sino que también puede cambiar la pigmentación. Por lo tanto, los pezones se vuelven algo más oscuros y pueden aparecer nódulos elevados notables en su superficie.

Además, la hinchazón de las glándulas mamarias suele ir acompañada de la liberación de un líquido que tiene un color blanquecino, transparente o amarillento, el llamado calostro. Estas secreciones sirven como precursores de la producción de leche y pueden salir en pequeñas gotas del seno después del sexto mes de embarazo. Si dicha descarga le causa inconvenientes, puede usar almohadillas especiales para los senos, que se venden en la farmacia. Son cómodos e invisibles, se pueden utilizar tanto durante el embarazo como después del parto.

Además, durante el embarazo, es necesario someterse a un examen por parte de un mastólogo. Examina tus glándulas mamarias, si es necesario, te derivará a una ecografía y ayudará a prevenir o detectar patología en etapas tempranas. Además, un ginecólogo o mastólogo debe explicarle a la futura mamá cómo cuidar sus senos durante el embarazo, cómo evitar lesiones en los pezones al alimentar al bebé y evitar el estancamiento de la leche.

En casa, para evitar sensaciones dolorosas cuando se hinchan los senos, simplemente puede tomar una ducha de contraste, dirigiendo un chorro de agua fría sobre su pecho. Además, desde los primeros días de embarazo puedes hacer gimnasia ligera, que ayuda a fortalecer los músculos del pecho. También será útil usar una crema especial que previene las estrías en el pecho y mantiene su forma natural. Asegúrese de comprar un sostén hecho de telas naturales para no lesionar los pezones sensibles.

En conclusión, me gustaría señalar que con el más mínimo cambio en el seno, no debe entrar en pánico e inventarse enfermedades impensables. Aborde esta situación con sobriedad y razón: vuelva a leer el artículo, consulte a un especialista, recurra a algunos procedimientos y ¡manténgase saludable!